Petra y Aqaba
Después de un madrugón importante llegamos a la ciudad de Petra a media mañana. Nos instalamos en el hostel y salimos corriendo a Petra para poder recorrerla por lo menos medio día.
La antigua ciudad de Petra (que significa “Piedra” en latín) es un área enorme de desierto y montañas rocosas donde muchos muchos años atrás una civilización se asentó para manejar el comercio entre oriente y occidente, y como ganaron mucho poder, construyeron una civilización en medio del desierto. Después se pelearon con los Romanos y estos destruyeron el pueblo, que quedó abandonado. En los 70 un científico que estaba en Jordania estudiando la cultura logró hacerse pasar por uno de ellos y descubrió Petra, esta ciudad escondida donde los Jordanos iba a rezar pero mantenían “oculta” del resto del mundo y recién ahí empezaron los estudios arqueológicos y Petra se volvió famosa.
Con hacer 2 días para nosotros fue suficiente, pero un buen consejo es invertir en un mapa ya que los que te dan en informaciones no está muy completo y tenés MUCHOS senderos distintos y cosas realmente para ver ALUCINANTES. Como siempre que me quedo sin palabras, dejo que las fotos hablen:
Algo IMPERDIBLE es “Petra de noche”, donde recorres todo el camino hasta la “Tesorería” iluminado por velas y ves todo el cielo lleno de estrellas y los paisajes de desierto… indescriptible.
Gaby tuvo mucha suerte de pasar su cumple número 30 en Petra donde entre varias cosas le que compré unos dulces árabes, unas velas y globos y arreglé con el dueño del hostel que me dejase decorar la terraza (que tenia una vista muy linda) con globos. Así que la noche del 17 al 18 lo hice subir a Gaby a soplar las velitas a la terraza del hotel y después le mostré todos los videos que VARIOS de los que leen los posts me ayudaron a armar.
Después de dos días en petra nos tomamos el bus público (una fiaca porque para en TODOS lados) a Aqaba, que es una ciudad con playa del mar rojo al sur de Jordania. La verdad es que nuestra experiencia no fue la mejor (salvo por unas españolas muy copadas que conocimos en la playa) porque teníamos el hotel lejos de la ciudad, no había nada cerca y tuvimos tormenta de arena y varias aguas vivas en el mar. Además la playa era de rocas y mientras que Gaby se bañaba en el agua yo tuve que lidiar con un pesado que me debe haber pedido una 15 veces en un ingles rustiquísimo que le dé un beso. Porque como les conté los hombres jordanos (o su mayoría) juran que las mujeres occidentales somos todas fáciles. Ojo! la vista de la playa si era linda y tenias el atardecer que caía atrás de los montes de Israel que era un espectáculo en sí, pero el clima y el ambiente del hostel nos sacaron un poco el entusiasmo por el lugar.
Aqaba tiene unos corales y barcos hundidos ideales para hacer buceo y no es anda caro. Pero por ejemplo en nuestro caso decidimos pasar porque en cada lugar que íbamos a averiguar te hablaban mal del de al lado y al final sabíamos que uno no tenía licencias de buceo, el otro no cargaba los compresores como correspondía, etc… y al no tener licencia nosotros y no entender 100% que pedirles para saber si están en regla o no optamos por conformarnos con el snorkle.
En Aqaba descansamos bastante (ya que no había mucho para hacer) y descubrí una curiosidad. Como el clima es bastante bueno, la gente alquila los techos de sus casas para dormir. Como descubrí esto? Una noche haciéndome la romántica se me dio por subir a la terraza del hotel donde estábamos. Al subir noté unos bultos en el piso y pensé “que bueno hay colchones para acostarse y contemplar” ahora ya más de cerca ví que todos los colchones estaban ocupados por gente local, tapados con frazadas y que estaban demasiado instalados ahí. Así fue que aprendí a no subir a techos ajenos sin antes preguntar si es apto para viajeros.