A mitad de camino encontramos lo que parecía una reserva natural a la cual entramos motivados porque había canguros y wallabies. La verdad es que estuvo linda la experiencia de ver a los bichos y hasta pudimos acariciar un canguro, pero la “reserva” no era una reserva, más bien era como un zoológico o granja donde los pobres bichos no se los veía muy bien así que nos arrepentimos un poco de haber entrado.

El siguiente lugar fue Gibson Steps, un acantilado con playa y algunas rocas enormes en la mitad y se puede bajar y caminar por ahí y es MUY LINDO!

Después fue el turno de los famosos 12 apóstoles ( son unas piedras en el agua pero con la erosión ahora quedan menos). Los doce apóstoles esta bueno, esta pensado para que los turistas puedan sacar lindas fotos pero no se puede bajar a la playa, pero es un MUST de la ruta para ver. Ideal para verlo al amanecer o al atardecer porque el paisaje es INCREIBLE.

Después paramos en el mirador de Lord Ard Gorge donde tuvimos unas lindas vistas y una playita más para ver. Seguimos con un poco de desgano mío e insistencia de Gaby a un lugar que se llama “Thunder Caves”. Donde vimos una cueva donde el agua hacia ruido a trueno y con un poco de fiaca bajamos a recomendación de una pareja de venezolanos a un camino que decía “Sherbrooke River”. Menos mal que les hicimos caso porque desembocamos en un playa muy linda y con unas piedras y unos paisajes dignos de la media hora de fotografía que les dedico Gaby .

Ya empezaba a atardecer y nos quedaban algunas cosas por ver… pasamos por Port Cambell (un pueblito de 300 habitantes) y decidimos que volvíamos después a pasar la noche.

A continuación caimos en un mirador fallido (desembocaba a una playa con cero vista) y tuvimos que correr al auto para llegar al Arch para ver el atardecer y jurarnos que era nuestro último destino, sacamos dos fotos y vimos a lo lejos que todos los autos estaban en London Bridge. Así que nos desdijimos de nuestra promesa y manejamos 2 km más hasta London bridge.

Este era un puente que unía dos rocas con la costa, pero un día en 1990 se cayó el del medio. Por suerte no hubo accidentados pero quedaron dos personas varadas en el medio que tuvieron que ser rescatadas. Menos mal que llegamos a ver el atardecer ahí porque el lugar lo valía un 100%. Además conocimos a una alemana y vive hace 6 años con un australiano y nos conto que en esa playa a eso de las 9 de la noche (faltaba media hora y recuerden que habíamos arrancado a las 9 de la mañana) salían pingüinos del mar ya que tenían una colonia. Al rato de esperar para verlos comprendí el porqué de la ubicación de la colonia, hacia un frio!!! Y yo en ojotas, y como los pingüinos no llegaban… decidimos partir a buscar alojamiento (otra vez desafiando el horario de los australianos). El pueblito de 300 habitantes estaba hasta las manos y ya nadie estaba trabajando en los hoteles, por lo que no nos quedo otra que comer algo y manejar 3 hrs de nuevo a Melbourne donde sabíamos que era el único lugar con recepcionistas a la madrugada.

La ruta que agarramos era MUY oscura pero eso nos permitió ver algunos koalas y otros animales (que no pudimos identificar) en el camino, pero era MUY oscuro así que tuve que hacer mi mayor esfuerzo por no dormirme y ser una buena copiloto, porque era RE peligroso y los canguros se cruzan todo el tiempo. Por suerte eso a nosotros no nos paso.

Gracias a Dios conseguimos dos camas a la 1 de la mañana en el Base de Melbourne. El único detalle es que estaban de joda y la música duraba hasta las 2.30, igual con el sueño que teníamos no ibamos a durar mucho despiertos. Cuando nos estábamos por dormir entro un borracho, compañero de cuarto, que no solo primero se me tiro el lance y Gaby casi lo mata sino que después de tomo nuestra agua y se puso a chatear a las 2 de la mañana!!! Como venganza Gaby a la mañana siguiente tomo prestado su modem y navego un ratito… les juro que el flaco se lo tenia merecido.