Recorriendo el delta del Mekong
Arrancamos nuestra última mañana en HCMC con un tour para recorrer el delta del Mekong. Si bien nos levantamos a las 6.30, 7 y 7.30 cuando bajamos no había nadie en el hostel para abrirnos así que cuando llegó el guía a buscarnos, nos hizo entender que era tarde y lo confirmamos cuando fuimos los últimos en subir al bus y la gente nos miró medio mal.
Todos los tours que tomamos TODOS paran “para ir al baño” en lugares donde se venden artesanías locales a precios bastante altos… no averigüé mucho pero por lo que entendí es una orden que viene de más arriba (gobierno).
Llegamos a la ciudad de Cantho donde nos tomamos un barquito y nos fuimos al famoso mercado flotante de Cai Rang. Este mercado según nos explicaron estaba en auge ya que al ser casi año nuevo vietnamita toda la gente compra las cosas para la celebración (que dura varios días). Yo la verdad no vi tanto movimiento pero se veían unos barcos enormes proveyendo a barquitos (que según nos explicaron después lo revenden en los mercados de las grandes ciudades). Los barcos grandes tienen en la punta un palo con arriba colgando un ejemplar de lo que venden (ej: si vendés sandía, colgás la sandía en la proa del barco) así la gente desde lejos sabe que es lo que vendes.
Dimos un par de vueltitas pero ni intentamos comprar nada porque todo era al por mayor. Después nos bajamos un un lugar que tenían criadero de abejas y vendían varios productos derivados. Además cuasi muero cuando vi un cacho de pitón en un jaula durmiendo (chiste dejémoslos de lado). También engordan a las víboras y después hacen remedios para los huesos, billeteras etc. En este lugar probamos la golosina que más nos gusto de Vietnam, que es un turro de maní y miel (nada guau) pero es muy rico y tiene el sabor de lo conocido (no tiene sabores raros como todo el resto de las cosas).
A continuación nos llevaron a ver como se hace papel de arroz, caramelos de coco y pochoclo de arroz… estuvo bueno, fue con un “hágalo usted misma” con la ventaja que podrías probar todo lo que vendían
Antes de volver dimos algunas vueltas por el Mekong y bajamos a comer en un pueblito donde probamos otra fruta exótica (casi pido manual porque no sabía como empezar a comerla) también nos dieron bicis y 40 minutos para andar por nuestra cuenta. Pero al ser un pueblito, sin mapa y con miles de motos, solo hicimos el camino que nos recomendó el guía para no perderte y volver a tiempo.
Eso fue en resumidas cuentas el recorrido, la verdad no fue de lo que más me gustó pero estuvo bueno conocer el Mekong (uno de los ríos más largos de Asia) y la forma de vida de la gente que vive en sus orillas.