Hong Kong – Conejillos de indias

Para nuestros últimos dos días en Hong Kong nos invitaron unos chicos de la Universidad de Hong Kong para conocer sobre nuestra experiencia haciendo Couch Surfing. La idea era compartir una merienda, hacerles probar mate, salir a cenar comida típica y luego quedarnos a dormir.

Nos encontramos en una estación de metro y desde ahí tomamos un tren hasta las afueras de la ciudad. ahí también nos contaron que se iba a sumar a la experiencia un profesor alemán y una alumna de este profesor que era de China continental les piden que cursen un año extra de facultad para poder nivelarse con quienes hicieron la secundaria en Hong Kong. Su mayor problema es que el nivel de ingles en China continental es muy bajo y todas las universidades en Hong Kong dictan sus clases en ingles debido a la influencia británica.

Llegamos finalmente a la casa de Simon en las afueras y mientras dejábamos las cosas nos contaban que una casa de esas dimensiones tan grandes no era normal y que los padres de Simon podían tenerla por ser una de las 5 familias originarias de Hong Kong. El gobierno les da tierras para poder preservar este linaje histórico y se puede decir que gracias a eso estas familias son millonarias.

Ya comenzada la charla y contando un poco sobre nosotros, sobre argentina y nuestras costumbres, llego el momento de que prueben el mate. Las caras que ponían al probarlo hablan por si solas y pueden ver toda la experiencia en el video debajo.

Al llegar la noche salimos a recorrer el barrio y luego nos fuimos a cenar. El novio de una de las chicas con las que estábamos recorriendo tenia un restaurant y decidimos ir a comer ahí. Probamos de todo tipo de comidas típicas mientras nos contaban sobre sus miedos de que China les quite las libertades que tienen. Nos contaron también que las manifestaciones fueron prácticamente prohibidas ya que varios de los manifestantes fueron encarcelados un par de días después de las protestas por tener un sistema democrático. Todos temen que China no cumpla con su promesa de “un país, dos sistemas” con el cual firmo el convenio al hacer el traspaso de soberanía con el Reino Unido. También Hong Kong experimentó un boom de consumo gracias a todos los chinos del continente que van allí a realizar sus compras de artículos de lujo y electrónicos ya que estos bienes no tienen impuestos. Lo malo que notan es que también van a sus hospitales a tener familia ya que tener un pasaporte de Hong Kong tiene muchos mas beneficios que tener uno chino.

Como nota de color, al despedirnos una de las chicas me comento que podía trabajar de modelo en Hong Kong… la cara de Pau ante el comentario creo que ya se la imaginan!

Ya la ultima noche, antes de irnos para el aeropuerto, decidimos subir a The Peak para ver el atardecer y cubrir el ultimo lugar turístico que nos quedaba cubrir de la ciudad. Decidimos subir en bus ya que salía 1/3 del precio de subir en tranvía y no habían colas interminables.

¡La vista de la ciudad y la bahía eran impresionantes! Lo único que empañaba un poco el espectáculo era el viento ya que al acercarse a las barandas literalmente te volabas!