Partimos muy temprano el 1 de Mayo desde Bologna a Venecia a pasar el día.
La realidad es que hospedarse en Venecia no es de lo más económico y menos si vas uno de los feriados más populares en todo el mundo “el día del trabajador”.
Ya que el tren estuviese LLENO para estándares europeos, es decir que algunos viajaban parados (porque los usuarios del Sarmiento se me ríen en la cara si a eso le digo “LLENO”) indicaba que el día comenzaba movidito.
En el tren se podía ver gente de todas las nacionalidades con canastas de picnic y hasta con el perro rumbo a Venecia.
Cuando llegamos a le estación comenzamos a tomar verdadera dimensión de lo que un feriado puede lograr. Salimos de la estación y a pesar de la gente no dejamos de sorprendernos con en peculiar paisaje de canales y botes, puentes y casas pintorescas, parecía un cuadro.
Caminamos un rato buscando rumbo pero llegó el mediodía sin que nos diéramos cuenta. Conseguir lugar para comer era difícil, porque lo barato estaba lleno de gente y lo caro era caro. Así que tomamos una GRAN decisión. Entramos al super y nos compramos baguette, queso, salmón ahumado y tomates cherry, nos sentamos al lado de un puentecito y con la navaja amiga que nos acompaño todo el viaje nos hicimos unos sándwiches que estaban geniales, porque creo que ya les comenté lo BUENA que es la materia prima en Italia.
Ya con el estomago contento seguimos caminando rumbo a la plaza San Marcos. En el camino preguntamos el costo de paseo en góndola para pasar por el famoso puente de los suspiros, pero cuando nos dijeron que estaba 100 euros los 40 minutos suspirando bajito nos fuimos a cruzarlo caminando. Hay una historia que dice que quienes cruzan ese puente en góndola siguen juntos para siempre, pero miren lo loco, yo creo que si le hacía gastas 100 euros a Gaby por 40 minutos para que un tipo disfrazado cante y reme, mi relación iba a durar muchos menos.
La plaza San Marcos era un mundo de gente lo mismo que todos los lugares turísticos que pasamos en el camino. Para llegar a plaza San Marcos pasamos por el Puente Rialto que es uno de los más famosos y antiguos de Venecia.
No entramos al domo de plaza San Marcos por la cantidad de gente que había pero la verdad s que el paisaje de Venecia es hermoso en esa zona. Tenes el agua turquesa, las construcciones pintorescas y las góndolas en el muelle.
Seguimos paseando y como no nos íbamos a quedar sin navegar por los canales decidimos subirnos a uno de los barco-buses públicos. Fue genial porque no dimos el gusto de ir por el agua y fue gratis porque nunca logramos entender cómo se pagaba. Asique doblemente bueno.
Ya para el final de la tarde retornamos en tren para Bolonia con un check en otra de las ciudades que queríamos conocer en el viaje.