Excursión en el Norte de Chiang Mai
El segundo día decidimos hacer una excursión de turismo aventura y a las 8 de la matina nos estaba levantando un “techo rojo” lleno de gente. Pensamos que ese transporte era transitorio para salir de la ciudad pero NO, tuvimos que ir 11 personas en un camión MUY chico como una hora y media de viaje. Para colmo a la mitad del grupo se les dio por fumar… 
Llegamos a la excursión con elefantes, creímos que íbamos a poder montarlos en la cabeza sin montura pero no fue así, si bien Gaby pudo ir un rato en la cabeza, a mí sí me subieron a uno de esos asientos que les ponen arriba. Fue gracioso porque nuestra elefanta se ofuscó a mitad del paseo y no quería caminar. Solo cuando se subió el guía la elefanta volvió a caminar.
A la tarde hicimos treking de una hora por el bosque hasta una catarata muy linda donde te podías meter y nadar un rato.
Después fue el turno del rafting por aguas blancas. Muy divertida la experiencia, aunque me quedo con los que hice en el sur de Argentina, porque acá en la parte de los rápidos solo rema el guía, así que si bien los rápidos están buenos, se pierde un poco de la emoción. Ah! me faltó el detalle que nuestro guía de rafting en realidad era un boxeador que usaba el rafting para entrenar, así que pueden imaginarse que la pasada por los rápidos fue bastante más rustica y con menos técnica, en realidad, no nos dimos vuelta de milagro!
Antes de terminar fue el turno de la mayor estafa del siglo: BAMBÚ RAFTING. Nos bajamos del bote para subir a una tabla de bambú que no flotaba en sí misma, menos iba a flotar con 5 personas arriba. Así que nos sentamos resignados en la tabla y tuvimos que estar 15 minutos muertos de frio, con el cuerpo semi sumergido (ya estaba cayendo la tarde) y viendo como el guía empujaba con el palo cada dos segundos la tabla que no flotaba y se quedaba estancada cada metro y medio en el rio de escasa profundidad… el más vivo fue Gaby, que antes de saber bien de lo que se trataba se subió al gomón y le dijo al guía que él seguía en el gomón… así que paso menos frio que el resto del grupo mientras se burlaba de nuestro intento de rafting.
Antes de terminar el segundo día fuimos a hacer la prueba del traje y 2 hrs más tarde ya lo teníamos listo para llevar:
. Para que se den una idea el Sky Train es un lujazo, sacas los tickets con una maquina, dependiendo de la distancia el precio, pero solo acepta monedas, así que hay gente en ventanilla que sólo trabajan para darte cambio (no te venden tickets). Una vez que sacas la tarjeta y la pasas por la maquina es IMPORTANTISIMO NO TIRARLA, porque después la necesitas para salir (de pura suerte no tire la mía!). El Sky Train tiene aire acondicionado y esta impecable. La gente se sienta a leer desde sus i-pads (casi como en el subte de Bs As). Además tiene algo “curioso”, que es que algunas estaciones no tienen andén de los dos lados, sino que comparten anden y tenes que escuchar que tren viene para asegurarte que te estas yendo para el lado correcto.
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