Chiang Mai
Llegamos a Chiang Mai después de unos relajados días en Laos con poco tiempo para recorrer, ya que llegamos el 29 al mediodía y nos íbamos para Malasia el 31 al mediodía.
En el aeropuerto nos tomamos un”techo rojo” que es como una camionetita con caja atrás y están pintados de rojo.. de ahí el nombre. Gracias a Dios también se subió un chico tailandés que hablaba ingles. Porque después de dar varias vueltas por al ciudad y de intentar bajarnos donde no era el chofer admitió que no conocía nuestro hostel y el chico nos ayudó a llegar. Finalmente el chofer no encontró el destino pero no dejó sin saberlo a solo una cuadra del hostel. A todo esto ya eran las 4 de la tarde y el tiempo apremiaba.
Esa tarde salimos a recorrer los principales templos, digo principales porque Chiang Mai tiene un templo budista por cuadra más o menos (hay 300 en toda la ciudad) así que tuvimos que ser selectivos. Empezamos por Wat Phra Singh el templo más importante dentro de la ciudad amurallada. Este templo tenia varios templitos adentro y cada uno con un buda de oro u esmeralda adentro.
También vimos como personas embalsamadas o hecha de cera pero DEMASIADO bien hechas que eran budistas famosos… juro que era difícil saber si estaban vivos o no porque eran muyyyy reales.
Algo que me gustó mucho de este templo fue un patiecito con frases muy piolas para leer y pensar.
Cuando salimos ya estaba cayendo la tarde y le calle del mercado de domingo se estaba llenando de puestos que vendían de todo. Debido a que no habíamos cenado aprovechamos para picar algunas cositas (waffles, banana rolls, ananá, etc). Este mercado esta a lo largo de una de la principales calles y recorrer a lo ancho toda la ciudad amurallada. Podes comprar lo que se te ocurra y tiene cosas muy lindas y originales respecto al resto de los mercados que veníamos viendo. Además volvimos a ver saltamontes fritos que se vendían como caramelos…
Después fue el turno de Wat Phan Tao un templo con un buda enorme de oro. Fue algo loco ver como en un templo bañado en oro corrían ratones por las esquinas, esto es porque de ofendas dejan comida en el altar.
Como ultimo templo de la tarde fuimos a Wat Chedi Luang. Este templo tiene un estilo Lanna que es muy distinto a lo que veníamos viendo y muyy lindo. Este templo esta medio derrumbado por un terremoto por lo que no se puede subir pero la vista con el atardecer era muy prometedora.
Terminamos la noche yendo a conocer el mercado nocturno (fuera de la ciudad amurallada) y vaya uno a saber como, un vendedor muy hábil convenció a Gaby de comprarse un traje hecho a medida… así que luego de un rudo tire y afloje entre el vendedor nepalense y el porteño Gabriel conseguimos un buen precio y que estuviera hecho en menos de 24 hrs (no teníamos más tiempo).
Así terminó la noche del primer día.