Shanghai – y como perder nuestro segundo tren en China

En nuestro segundo día en la ciudad el clima nos acompañó y pudimos recorrer sin lluvia y con una temperatura agradable todo el día. Recorrimos el Yuyuan Garden y sus alrededores, donde te venden de todo, desde pinturas hechas con las uñas y la palma de la mano, pasando por una casa de te en el medio de un laguito artificial hasta palitos con un pollo entero (literalmente entero) para ir comiendo por la calle.

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Almorzamos en un lugar de sushi a U$S 1 el platito con dos piezas que descubrimos en el medio del paseo y vimos repleto de occidentales y locales comiendo por lo que no podía fallar. Terminamos el deguste gastronómico tomando helado de Dulce de Leche en Haagen Daas y la foto debajo da testimonio de la alegría de haber encontrado tan preciado gusto.

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Accedimos finalmente al interior del Yuyuan Garden, unos jardines tradicionales que se salvaron de la demolición y construcción de torres que esta tan de moda en China. Este fue uno de los paseos que más nos gustó de la ciudad ya que conserva la historia de la misma por mas de cientos de años.

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También encontramos entretenimiento gratuito gracias a los dragones que cuidan las puertas…

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Por la tarde fuimos a pasear por las concesiones de la ciudad. Las concesiones son barrios que en su momento los chinos dieron a los franceses, británicos, portugueses, etc. con el fin de solucionar conflictos, es decir, les concedían territorio a cambio de acuerdos de paz y comercio. Esta gran cantidad de occidentales viviendo en Shanghai hicieron que la ciudad sea la ciudad mas occidentalizada de toda China territorial.

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Ya siendo el último día en la ciudad y teniendo que tomarnos el tren a las 13:00hs decidimos pasar la mañana en el hostel para no llegar a las corridas a la estación. Habiendo aprendido que lo complicado de China hace que los tiempos se alarguen, salimos con dos horas de anticipación hacia la estación. Llegamos a la estación con unos 50 minutos de anticipación… ¿Que podía salir mal? Bueno, descubrimos que nuestro tren no estaba anunciado en la pantalla con todos los trenes. Esto ya nos había pasado en India y acercándonos a la ventanilla nos indicaron de donde salía el tren (pero en el andén incorrecto, como era costumbre en India). Nos acercamos a un guardia a preguntarle y nos contesto en chino, ante nuestra cara de no entenderle nos llevo a un mostrador donde una de las chicas de atención miró el pasaje, se lo mostro a su compañera, pusieron cara de “están jodidos estos turistas” y esbozaron dos frases en ingles “wrong station”- “take taxi”. Salimos corriendo a la parada de taxi más cercana y encontramos que el viaje a la otra estación tardaba unos 40 minutos por lo cual no íbamos a lograr llegar. Así fue como perdimos nuestro segundo tren en China y prolongamos un día más la estadía en Shanghai… Dentro de lo malo, lo positivo fue que la primera vez que perdimos el tren el cambiar los pasajes no tuvo ninguna penalidad y esta vez solo nos penalizaron un 5% del valor del ticket.