Zambia

Un lado de la historia

Era un mediodía caluroso cuando llegamos a Zambia, mejor dicho a Livingstone, la ciudad más cercana a las Victoria Falls en Zambia.

Después de que nos recibiera el grupo de migraciones máslento de la historia (eran 2 personas para un avión de 80 personas) y otros dos que atendían cuando les pintaba ya que en su counter figuraba que era para “diplomáticos” por lo cual dependía puramente de su ánimo el ayudar a atender o no, salimos hora y media más tarde del aeropuerto más pequeño del viaje.

Nos vinieron a buscar desde el hostel y descubrimos que la ciudad del aeropuerto no estaba a más de 25 cuadras. El hostel era rústico pero no había muchas opciones por lo que dejamos las cosas y nos tomamos un taxi rumbo a las Victoria Falls del lado de Zambia. Las cataratas de Victoria están en la frontera entre dos países (al igual que las del Iguazú): Zambia y Zimbabwe . El puente de la foto separa un país del otro:

Cuando llegamos vimos que estaban todos los extranjeros con pilotos y paraguas, en cambio los locales se paseaban en patas y se los veía EMPAPADOS. Una vez que empezamos a recorrer los senderos del parque una finísima “lluvia” empezó a caer y a medida nos íbamos acercando un ruido ensordecedor anticipaba que lo que estábamos por ver no iba a pasar desapercibido.

Para describir las Victoria Falls se me vienen dos cosas a la cabeza: la palabra IMPONENTEpara poder describirlas y la sonrisa mezcla de felicidad y orgullo de los Zambianos frente al espectáculo que presenta la catarata.

Nosotros tuvimos la suerte y no tan suerte de ir en época de aguas altas. Digo suerte porque pudimos ver la catarata en toda su potencia con un caudal de agua enorme. Pero al estar el nivel tan alto hubo algunas excursiones que nos perdimos. Algo que la gente local hacia para probar la potencia de la catarata era tirar una hoja de palmera a la boca de la catarata y la potencia del vapor de agua hacia que la hoja flotara por los aires a alturas inimaginadas como si fuera una pluma.

Creo que para este post las fotos van a poder describir más de lo que yo pueda decir por lo que hay van:

Algo que nos hizo MUY felices de Zambia fue la comida, ya que encontramos una ONG que tenía un restaurante italiano donde con lo recaudado de restaurante mantenían una escuela de capacitación para la gente del pueblo. La comida era exquisita y pudimos comer los primeros y mejores sorrentinos del viaje!

Además la última tarde nos fuimos a un hotel 5 estrellas donde podes tomar algo y ver el atardecer con el fondo el precipicio de las cataratas, donde ve ve como el vapor sube y forma nubes en el cielo. Fue una buena decisión ponernos nuestras mejores galas e ir al hotel.