Kyoto primera parte…
Llegamos a Kyoto viajando en el super tren bala.
Algo clave de tener a mano cuando llegas a una ciudad en Japón, es el mapa de los trenes y subtes..sino estas jodido.
Como era medio tarde dejamos las valijas y nos fuimos a buscar algo para comer. Por sugerencia del recepcionista decidimos probar la pizza japonesa. Resultó que la preparan aparte y luego te le traen a la mesa donde en el medio de la mesa hay un plato de acero caliente y se termina de cocinar. La pizza es rara porque es con masa de crepe, rellena de verduras, huevo y cosas de mar. Esta buena, pero es rara. La señora que cocinaba en el lugar era muyyy tierna. Era toda viejita y cocinaba todo con tanto amor y dedicación que terminamos pidiéndole que se saque una foto con nosotros. Se puso toda contenta, se peinó y chocha posó para la foto.
El segundo día nos levantamos y estaba lloviznando, pero eso no iba a ser un impedimento.. así que agarramos paraguas y salimos a hacer una caminata. El primer destino fue le templo Kiyomizu-dera. Si bien no era lejos debemos haber tardado una hora porque en las últimas 3 cuadras te daban muestras de comida gratis… así que nos detuvimos BASTANTE. El templo en si no era gran cosa para nosotros que no practicamos la religión y además estaba todo en reparación, pero lo que se destacaba era la vista en altura de la ciudad y el recorrido por la montaña, muy lindo.
De ahí seguimos caminado todo por callecitas muy chiquitas pero muy lindas llenas de locales típicos con precios altísimos. Mientras caminábamos debemos haber cruzado 4 templos pero no entramos a todos porque cada uno te cobra, y eso a los costos no ayuda. Uno que nos llamó mucho la atención tenía una entrada muy linda y atrás había un buda ENORME. Leyendo un poco explicaba que era un memorial de los soldados fallecidos en guerra. Atrás en la montaña se podían ver algunas tumbas de soldados. También pasamos por un parque enorme, todo prolijo y limpio. Un placer caminar por la ciudad de Kyoto.
Ya eran como las 4 de la tarde y no había encontrado en todo el paseo un lugar con precios razonables para comer, así que imagínense la alegría cuando encontramos un restorancito con calefacción y precios bajos. Ahí comimos y Gaby vio por primera vez el inodoro electrónico. Éramos los únicos en le resto, así que imagínense la cara de la dueña cuando Gaby tardó como 20 minutos en el baño… y en realidad sólo se había dedicado a hacer un video del inodoro electrónico y a jugar con los botones.
Para todo esto cuando salimos de comer el ultimo templo que nos tocaba ver estaba cerrado (todo cierra como a las 5pm), así que no nos quedó otra que volver al hotel y de paso paseamos por la parte comercial Kyoto que es muy linda.
A la noche nos fuimos a comer con una pareja de franceses copados, un inglés y un chino. Éramos un grupo extraño. Repetimos el lugar de la pizza porque nos había gustado mucho y de paso vistamos a la cocinera tierna.
