Jodhpur, la ciudad azul.
La llegada a Jodhpur fue algo gracioso porque cuando preguntamos el precio a los tuk-tuk del aeropuerto nos querían cobrar una fortuna. Entonces como estamos en plan de ahorro nos fuimos para afuera del aeropuerto y conseguimos un mejor precio. Lo gracioso del tema es que el tuk-tuk de afuera nos volvió a llevar al aeropuerto y nos hizo subir a uno de los tuk.tuk que estaban estacionados donde antes habíamos averiguado. Osea que para no perder viajes en el aeropuerto te piden más plata pero te esperan afuera para bajarte el precio si decidiste no tomarte los del aeropuerto…son unos genios.
Después de instalarnos en el hotel subimos a comer algo al bar terraza del hostel y ahí lo vimos por primera vez, el fuerte Mehrangargh. La verdad que la vista de la terraza del hostel era envidiable y nos quedamos viendo el atardecer que fue muy lindo.
También aprovechamos para ir a la plaza principal a sacar unas fotos y ver el mercado de especias que es algo que siempre llama la atención. Algo lindo de india es que en contraste entre los colores térreos de su paisaje y los colores muy llamativos con los que se viste la gente, y así también son sus especias, sus adornos y sus decoraciones.
Otra cosa que nos llamó la atención pero no pudimos averiguar es el porque las mujeres y algunos pequeños tienen los ojos delineados con un negro muy marcado… cuando lo averigüe les cuento.
El segundo día decidimos mover las cachas y subir caminando al fuerte. La conclusión de la caminata fue la misma… es duró caminar por las calles de India sin sentir una mezcla de sentimientos. Cuando llegamos al fuerte pagamos la entrada y venía con una audio guía (sino nosotros no le hubiéramos alquilado 
). Fue linda la sorpresa de que el audio en español fuera claramente de un argentino que después nos vinimos a enterar era Lalo Mir.
El fuerte nos encantó, como estaba armado el recorrido,el audio fue super interesante y las vistas de la ciudad desde la altura eran increíbles. Desde ahí arriba pudimos entender porque Jodhpur se conoce como la ciudad azul. Según explican este color es más fresco en verano y aleja a los insectos… así que señoras y señores si no quieren mosquitos en verano les acabo de dar la solución.
En el palacio aprendimos también a hacer turbantes, los pañuelos esos tiene como 5 mts de largo… eso no me lo imaginaba.
Después del fuerte nos fuimos al Mausoleo Jaswant Thada que es un palacio que mandó a construir la mujer de un Maharaja para la cremación y sepultura del mismo. Esta todo echo de mármol y vale la pena verlo y sacar un par de fotos.
Al día siguiente ya nos tocaba embarcarnos rumbo a Delhi para ir para Japón… la antítesis de lo que veníamos viendo.
