Año nuevo en Sydney y como comenzar el año durmiendo en un auto
Llegamos a Sydney desde Melbourne al mediodía dispuestos a pasar el año nuevo en la bahía viendo los fuegos artificiales que todos los años veíamos por televisión.
Dejamos el auto en un parking y luego de buscar hospedaje en varios hostels y hoteles sin éxito (las únicas habitaciones disponibles estaban alrededor de U$S300) comenzamos a recorrer la ciudad por Darling Harbour. Encontramos varios juegos de agua en un parque que, pese a ser para nenes, nos encantaron! Eran varios canales de agua donde podías jugar con compuertas y molinos. Habían un montón de padres jugando con sus hijos y se los veía divertirse por igual.
Seguimos caminando hasta llegar a la bahía, desde donde se puede ver una parte de la ciudad que no es la típica de las fotos pero que es muy linda también.
Luego de una caminata de una hora cruzamos el puente que se ve en la foto de arriba rumbo a un restaurant cercano a donde habíamos dejado el auto que tenían unos sándwiches prometedores en la foto y en el precio. No se imaginan nuestra cara de desilusión cuando nos trajeron los sándwiches reales. Ese salmón grueso que se veía en la foto era una feta casi traslucida. Lo que desgraciadamente se mantuvo era el precio. El lugar también tenia varios carteles de internet gratis (cosa que en Sydney escasea y si queres conectarte tenes que pagar U$S2 por media hora en un lugar barato). Para variar, Internet no funcionaba.
Luego de comer seguimos recorriendo la ciudad y fuimos rumbo a los Royal Gardens a eso de las 5 de la tarde ya que nos habían dicho que si queríamos ver lo fuegos ese lugar era muy recomendable pero debíamos tener cuidado ya que se llenaba de gente y cuando se alcanzaba la capacidad de 200000 personas no te dejan entrar.
De pasada, descubrimos que Steve Jobs no invento el iPad sino las monjas australianas tal como da testimonio la estatua de la foto debajo.
Finalmente llegamos a los Royal Gardens y nos encontramos con una cola de gente larguísima en la entrada. Para evitar disturbios entre tanta cantidad de gente te hacían vaciar toda botella antes de entrar, sin importar si tenias alcohol o agua. Así fue como perdimos el contenido de nuestra botella de agua, aunque nos dijeron que íbamos a poder rellenarla adentro gratis.
Pasamos los controles de seguridad y entramos al parque. Era increíble la cantidad de gente que había. Había gente que para guardar un buen lugar habían acampado desde hacían varios días. Recargar el agua le llevo a Pau una hora aproximadamente.
Dimos varias vueltas hasta que encontramos un hueco en el parque donde pudimos sentarnos. Estábamos bastante apretados hasta que un grupo de unas 6 personas que estaba delante nuestro decidió levantarse e irse. Bingo! Inmediatamente nos fuimos a su lugar y tuvimos espacio hasta para acostarnos.
Nos quedamos charlando con una familia canadiense que teníamos sentados al lado y nos contaron que el padre había llegamos a las 6 de la mañana para buscar un buen lugar ya le gustaba mucho la fotografía. Pese a haber llegado a esa hora, solo consiguió lugar para el y su familia tuvo que ubicarse en otro lado.
Hay dos turnos de fuegos artificiales, a las 9 de la noche y a las 12. Vimos los de las 9 acostados en el parque desde donde podíamos ver el cielo y varios lugares sobre la bahía pero no lográbamos ver el puente ni la Opera.
Después de esta ronda de fuegos, preparamos unos rolls de pollo que oficio de nuestra cena de año nuevo. Nos quedamos sentados tomando algo mientras veíamos que varia gente se iba, casi todas familias. A medida que las familias se iban yendo, gente mas joven llegaba. Atrás de donde estábamos nosotros había un grupo todo disfrazado de duendes, mas adelante un grupo de flacos le pedía permiso al padre de una familia para las mujeres de las familias le den un beso a cada uno, era una mezcla entre bizarro y gracioso con mucha buena onda.
A eso de las 11 nos fuimos acercando mas cerca de la bahía aprovechando que varia gente se movía y otros ya se habían ido a cenar a sus casas. Por suerte conseguimos una ubicación genial, desde donde pidamos ver el puente, gran parte de la bahía y casi toda la Opera (confieso que varis veces tuvimos ganas de cortar la rama!).
A unos minutos de la medianoche, justo frente a nosotros comenzaron a empujarse un indio (de los mas grandotes que conocí en mi vida) y un flaco que estaba con la novia disputándose 5 centímetros de baranda. Tuvieron que interceder toda la familia de l indio y la novia del flaco para que se dejen de empujar en una discusión inútil. Eso si, admiro los h####s del pibe al enfrentarlo!
De repente comenzó a mostrarse la cuenta regresiva en un letrero desde el puente y todo el parque comenzó a contar hasta que se escucho un enorme grito de Happy New Year!
Unos 5 minuto mas tarde, salimos con toda la multitud del parque rumbo al parking. Por todas las calles estaba repleto de gente que había visto los fuegos desde varios puntos distintos de la ciudad.
Llegamos al parking a eso de la 1 y ahí finalmente terminamos durmiendo en el auto hasta el otro día donde partíamos para la Golden Coast. No fue la forma mas cómoda de comenzar el año pero si una buena anécdota.
