Australia – Camino a Melbourne

Bega – Melbourne

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Arrancamos a contar sobre Australia. Luego de hacer migraciones y declarar en aduana nuestros 4 paquetes de yerba mate nos dispusimos a buscar como llegar al centro de la ciudad. Encontramos que hay 3 opciones, un taxi que cuesta  aproximadamente U$S90, un transfer de U$S16 directo hasta las oficinas del rent a car o un  tren con varias combinaciones al U$S16 (inexplicables pero reales!).

Luego de ser los últimos en bajarnos del transfer y luchar por 15 minutos para que encuentren nuestra reserva, retiramos el auto rumbo a Melbourne . Esta vez, con caja manual. Si manejar por la izquierda ya era complicado, el hacer cambios con la mano izquierda le agrega un indeseable nivel de dificultad.

En la ruta encontramos varios carteles que nos recordaban manejar sobre la izquierda. Estos carteles estaban a la salida de los parkings y puntos panorámicos ya que es muy común subirte al auto y comenzar a manejar “normalmente” por la derecha hasta que los autos te vienen de frente por tu carril y gentilmente te recuerdan que estas en el lado incorrecto con luces y bocinazos.

Aparentemente, la estimación de kilómetros-tiempo de GoogleMaps y Pau no se pusieron de acuerdo y nos agarro la noche de camino a Melbourne.  Sumado a eso, mientras estábamos en la ruta veíamos unas nubes negras que una tormenta y así fue, al cabo de unos minutos se había largado una lluvia torrencial que complicaba mas las cosas.

Una de las cosas que aprendimos en este día es que las distancias en Australia son enormes. Si en Nueva Zelanda algo se veía lejos en el mapa, significaban 4 horas de ruta. En Australia, algo que se ve cercano significan 10 horas de manejo. Es muy difícil ir rápido ya que las máximas van entre 80km/h y 100km/h (incluso en autopistas con 4 carriles) llegando a 110km/h en algunos tramos. Olvídate de ir mas rápido que esas velocidades ya que no solo hay fotomultas sino que te miden el promedio de velocidad que llevas por trayecto, sacándote una foto al inicio y otra al final y calculando el tiempo que te tomo. Si estas por debajo del tiempo necesario para respetar las velocidades te ganas una multa. Es decir, con eso eliminaron la viveza criolla de pasar despacio por las fotomultas y radares para después acelerar. Esto hace que muchos tramos se te hagan eternos de terminar.

Veníamos de dormir 3hs en Auckland y de dormir un poco en el avión  por lo que no era una opción manejar durante la noche. Paramos en un pueblo en el medio del camino llamado Bega, donde aparentemente hay una fabrica de quesos que es su principal atracción turística (imaginen como seria el pueblo de turístico).  Conseguimos hospedaje en un hostel cuyo dueño tiene 84 años y nunca vimos ya que fuimos atendidos por otro huésped (un australiano que viajaba junto con su mujer canadiense que nos ayudaron muchísimo con la planificación del resto del viaje y tenían la mejor onda).

Al día siguiente partimos rumbo a Melbourne y llegamos  eso de las 6 de la tarde. Luego de buscar hostels con lugar por mas de una hora finalmente pudimos encontrar donde dormir y un parking gratuito en la calle hasta las 7 de la mañana, por lo que tuvimos que levantarnos a las 6:30 para mover el auto a un parking que nos cobraba U$S15 por la estadía diurna si entrabamos antes de las 7:30 de la mañana. De otra forma, el estacionar el auto nos hubiera salido unos increíbles U$S90!

Lo bueno de haber llegado a la ciudad en esta época el año es que todo esta decorado por navidad y con iluminaciones locas, tal como pueden ver a esta iglesia que cambiaba las proyecciones que tenia sobre ella cada 30 segundos.

Entre las cosas que pudimos recorrer a la noche estuvimos caminando por la ribera del rio que separa en dos la ciudad y es verdaderamente muy lindo el paseo. Antes de irnos a dormir, encontramos una pared especial donde podías jugar con hojas y estas se quedaban pegadas. Abajo se puede apreciar toda nuestra imaginación y creatividad para jugar con las hojas:

En el post siguiente vamos a contar mas sobre Melbourne, pero esta vez de día.